miércoles, 7 de octubre de 2009

I

Poseedora de la voz de mi destino,
basta un momento para mirarte no entiendo,
como encuentran placer a plenitud mis oidos
o invades tenazmente mis nervios endeblezidos.

Asolapada se desplaza la nube de mi mirada
buscando coincidir tu mirada con la mía.
El aire era quien impedía amordazada
si a cada segundo sucumbe a tu fisonomía.

Si la oyeras como se siente inestabilizada,
planea aquietarse en tus ojos todavía,
solloza obstinado en silencio cada noche cada día
reclama solo un momento a tu mulata mirada.

No me opaques con tu biombo, no ha muerto,
alimenta más mis deseos de estallarla con la mía,
ni el brial de la noche mas enlugubrecida
tremenda beldad que tu mirada en mi esclarecía.

No entendía, ni una roja noche ni un verde día
como esa luz pueden volver mi calma tan colorida,
una sensación que rasguña en mi interior creía
encontrar hacia mis oidos el más bello sonido
que solo mi corazón lo destila de tu mirada.

Más tu desprecio vuelve más dulce mi plañido (plañido)
sentimiento que te ofrezco en mi mirada cuadrada,
y en el círculo más perfecto, ser a ti ofrecido,
déjame ver la luz por la puerta de tu mirada
para destruir la gris mirada que persiste conmigo.

Dedicado a: La más grande inspiración que Dios pudo dar al hombre ... la mujer.
Disculpen si no cumplo con las reglas de redacción pero si lo escribí es porque se me vino asi a la mente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario